Las Cañadas Navarras

La diversidad ecológica que se define de Norte a Sur sobre la geografía navarra en apenas 120 kilómetros de recorrido, permite que la trashumancia tenga un carácter local al poder desarrollarse desde las montañas del Pirineo hasta los pastos invernales de la Ribera y Bardenas. De este modo, se dispone en la Comunidad de una red de cañadas propia, autónoma, con comunicación con el resto de las vías pecuarias nacionales a través del Valle del Ebro.

La red de cañadas de Navarra se recoge en el Libro General de Cañadas, recopilación de 1924 de Daniel Nagore, para la Diputación Foral de Navarra. En este documento se categoriza y describe por Merindades la extensa red de vías pecuarias navarras que se estima alcanza 2.139 km y 5.613 Ha.

En Navarra se diferencian por su importancia las siguientes categorías:

Cañadas Reales

Son las nueve rutas principales de la red, con una anchura media de 40 m y un trazado de largo recorrido, generalmente en dirección N-S, que une la Montaña con la Ribera.

Las más conocidas, y todavía con un uso importante en la mayor parte de su recorrido, son las siguientes: Cañada Real de los Roncaleses (CRR), Cañada Real de Tauste Urbasa-Andía (CRTUA) y Cañada Real Murillo el Fruto a Salazar (CRMS).

Traviesas

Son vías de segunda categoría que enlazan las Cañadas Reales entre sí. Su anchura media oscila entre los 20-30 m. Algunas traviesas tienen una gran relevancia por su tradición y funcionalidad.

Pasadas y ramales

Constituyen las vías de categoría inferior, de carácter local y con una anchura mínima de 15 m.