KILÓMETROS
HECTÁREAS
Su origen se remonta a los primitivos pastores nómadas, si bien las primeras referencias escritas datan del siglo VII y alcanzan su esplendor con el desarrollo de la Mesta castellana en los siglos XV y XVI.
Tradicionalmente los movimientos estacionales de rebaños en busca de pastos, la trashumancia, se realizaban a través las cañadas que unían los pastos de verano en las montañas, con los de invierno situados en la áreas de clima más benigno de los valles.
Históricamente, han sido frecuentes los conflictos en las cañadas por el paso de los rebaños junto a las propiedades agrícolas; para evitar este tipo de disputas, se procedió a delimitar (deslindar y amojonar) las vías pecuarias, así como a reglamentar su uso.
En la segunda mitad del siglo XX, el abandono rural, la crisis de los sistemas ganaderos tradicionales, junto a las numerosas agresiones a que han sido y son sometidas las cañadas, han agudizado su decadencia hasta extremos que hacen peligrar su integridad futura, y con ella la del patrimonio etnográfico, histórico y cultural asociado a las mismas.
Ante el alarmante y progresivo abandono que está teniendo lugar en este patrimonio público, se hace necesario conocer el estado actual de estas vías y ofrecer alternativas de uso, compatibles con el aprovechamiento ganadero, que garanticen su recuperación y revitalización.